De lo natural a lo racional: a·emotional light y el diálogo arquitectónico.
Decía Le Corbusier que «la casa debe ser el estuche de la vida, la máquina de la felicidad”. Al respecto, nosotros formulamos nuestras lámparas como lápices de ese estuche, como compases bellos y funcionales que forman parte de un todo: el universo que compone la vida cotidiana del anthropos.