In the Spotlight · Cenlitros
¿Qué ocurre cuando el diseño contemporáneo encuentra un punto de apoyo en el folclore, la tradición y la naturaleza? Nos sumergimos en el mundo de Cenlitros en busca de respuestas; un estudio de diseño que construye su identidad a partir de las particularidades de Galicia y que, desde su nacimiento en 2006, ha explorado la intersección entre la tradición artesanal y la innovación contemporánea, creando piezas que reflejan la esencia del entorno natural y cultural de la región.
Así es cómo Cenlitros ha forjado su camino, desde su peculiar nombre hasta su profunda relación con la luz y la materialización de la identidad gallega en sus colaboraciones con a·emotional light: Parga, Nebra y Cambo.
Un. ¿De dónde sale vuestro nombre? ¿Cómo empezasteis? ¿Cuáles son vuestros referentes en el mundo del diseño? El nombre nace del hecho diferencial de la cantidad de lluvia que cae en Galicia en general y en Compostela en particular. Si el clima modela nuestro carácter es fácil deducir que también nuestro trabajo está influenciado de algún modo. Buscamos hacer bandera de esa particularidad climática y definir la identidad del estudio a través del concepto atlántico. El estudio nace en 2006 de la mano de tres estudiantes de diseño industrial de la escuela de Ferrol recién graduados. Un proceso muy natural basado en una relación de afinidad tanto personal como profesional. No somos muy de citar referentes en el campo del diseño. Nuestras referencias proceden con frecuencia del mundo rural, la naturaleza, la artesanía… por convivencia desde la infancia con ese tipo de repertorio formal y de materiales. Dous. ¿Cómo es vuestra relación con la luz? Intentamos siempre buscar niveles de iluminación muy contenidos, donde la luz aporte un factor de sugestión del espacio sin llegar a evidenciarlo. Esa forma de iluminar forma parte de nuestro imaginario desde la infancia. Con el tiempo, una mala interpretación de la tecnología ha ido desvirtuando esa relación de la luz con el espacio que es de necesidad volver a replantearnos. Tres. En vuestra obra hay una marcada identidad gallega. ¿Cuál es la importancia del diseño galego? ¿Existe un diseño galego? Nunca resulta fácil hablar de uno mismo… Entendemos que en la medida que trabajes siendo tú mismo, atendiendo a tu personalidad, a tu cultura, a los medios disponibles en tu entorno… estarás incorporando en tu trabajo esa componente de identidad personal y local. Esto debe surgir de forma natural, como consecuencia de una forma de ser, nunca de forma forzada. Cuando existe esa intención de imprimir ese carácter local, el trabajo adquiere una dimensión sobreactuada, impostada o casi folclórica, cayendo con frecuencia en estereotipos. No somos conscientes de la existencia de una subtipología de diseño que podamos denominar – diseño galego – atendiendo a aspectos formales o materiales. Simplemente definiría como diseño galego al diseño producido por los diseñadores galegos, sin ninguna otra particularidad. Catro. ¿Estamos viviendo un resurgir (Rexurdimento) del Made in Galicia, tanto en la moda como en el diseño, la literatura (últimos Premios Nacionales de Narrativa y Poesía) o el cine (Novo Cinema Galego)? ¿A qué lo atribuís? El sector textil en Galicia dispone de un fuerte arraigo desde los años ochenta, tanto a nivel de profesionales dedicados al diseño como de formación académica especializada. Esta tradición no es extensible a otros campos del diseño o la creatividad, que van surgiendo pero con una menor presencia. En el caso del diseño industrial, nuestro pasado menos industrializado con respecto a otras zonas geográficas dificulta el desarrollo de esta especialidad. La verdad, no somos muy optimistas en cuanto a la efervescencia de la creatividad en Galicia. Cinco. ¿Cómo definiríais a·emotional light en una palabra? ¿De dónde surge vuestra colaboración? Seguimos a la empresa desde nuestra época de estudiantes. En Galicia no son frecuentes las empresas que apuestan por el diseño como factor estratégico, por eso siempre estuvo en nuestra mente poder realizar algún tipo de colaboración. Para nosotros, a·emotional light representa una puerta abierta al diseño de producto en general y de iluminación en particular. En la etapa anterior, y pese a intentar ese acercamiento, no fué posible desarrollar ninguna colaboración. Con el cambio de dirección retomamos el contacto y progresivamente va surgiendo una afinidad tanto profesional como personal, que de forma natural se concreta en diferentes colaboraciones. La componente humana es fundamental para que la relación resulte fértil y duradera. Seis. De vuestra colaboración con a·emotional light han salido tres colecciones de luminarias: Parga, Nebra y Cambo. ¿Cuál es el hilo conductor de estas tres colecciones? Sin pretenderlo, es habitual que en nuestro trabajo aparezcan referencias a la naturaleza. Utilizando materiales naturales como la piedra y la madera nos sentimos especialmente cómodos. A parte de esa afinidad de lenguajes, damos mucha importancia a la multisensorialidad de los materiales: texturas, olores… Sobre todo en una época donde lo visual anula el resto de los sentidos. Además de trabajar con materiales y lenguajes que nos resultan próximos intentamos buscar puntos de encuentro e interacciones con la luz. Debemos entender como se expresa cada material y que potencialidades ofrece en el contexto de la iluminación. No debemos de perder de vista que el objetivo es trabajar con la luz; los materiales y las formas sólo son herramientas para conseguirlo. Sete. ¿Cuál es el origen del diseño de Parga? Parga nace de un gesto de provocación, al utilizar un material como la piedra en el contexto de la iluminación. De entrada podemos entender que es un material antinatural en este contexto, al resultar pesada y compleja de trabajar. Ese era el reto, conseguir crear de esa supuesta debilidad una fortaleza que nos aportara personalidad y diferenciación en un segmento cada vez más estandarizado. También existía una componente – glocal -, de proponer una pieza con una vocación global desde un elemento de partida muy local, como era el uso de pequeños fragmentos de granito de descarte. Oito. ¿Cómo pueden integrarse piezas que nazcan de la tradición artesana en algún proyecto moderno? Es fundamental disociar artesanía y tradición. Un trabajo artesanal puede recoger una fuerte vocación contemporánea. La artesanía simplemente es una herramienta; debemos entender las limitaciones y oportunidades que ofrece para sacar el mejor rendimiento. Algo propio de la artesanía es la flexibilidad que proporciona en cuanto a admitir variaciones y adaptaciones a determinados proyectos. Otro potencial de la producción artesanal radica en la delicadeza de los acabados y los detalles de fabricación que imprime la mano del artesano. En contraposición, es indispensable entender dónde aporta valor la producción artesanal, para no ralentizar y encarecer de forma innecesaria la pieza. Nove. ¿Cuál es la esencia de Cambo, Premio Paraugas en 2021? ¿Cómo afecta a vuestro trabajo un reconocimiento tal: motivación o presión? Cambo toma como referencia la morfología y las leyes de crecimiento vegetal. Define la bifurcación como elemento base que se adapta según las necesidades de cada tipología. El empleo de un elemento tomado de la naturaleza aporta una componente vernácula a la pieza, en contraste con la malla metálica y la fuente de iluminación LED. Los reconocimientos siempre son una compensación moral al trabajo. Siempre necesitas someter tu trabajo a juicio para comprobar si este tiene la aceptación y el valor que se le pretende. No suponen una presión extra, creo que la presión está implícita en la forma de entender y desarrollar la profesión. Los reconocimientos siempre aportan un extra de motivación para encarar nuevos proyectos. Dez. Si vuestras lámparas fuesen un álbum de música, ¿cuál sería cada una de ellas? Cambo, The Joshua Tree (U2). Parga, Violator (Depeche Mode). Nebra, Chronology (Jean Michel Jarre).
