In the Spotlight · Galería Vilaseco

In the Spotlight · Galería Vilaseco

El arte, en su forma más pura, es un reflejo de las experiencias, entornos y pasiones que modelan a quienes lo crean y lo aprecian. Miriam Pérez es la persona detrás de la Galería Vilaseco, un espacio con más de una década de historia en A Coruña, originado a raíz de la pasión por el arte que le inculcó su madre desde pequeña.

Ahora, tras la puesta en marcha del Espacio Vilaseco, un centro artístico en la Ribeira Sacra, Miriam Pérez planea fomentar la creación de espacios creativos y culturales que tengan un impacto en la comunidad local y que, mediante una pulsión vernácula, entren en contacto con tendencias artísticas contemporáneas y universales, siempre con el mundo rural como telón de fondo.

¿Existe una tensión entre creatividad y ruralidad? ¿Cómo se relacionan las artes con el mundo natural? Lee la entrevista completa y no te pierdas nuestros otros In the Spotlight.

Un. ¿De dónde surge tu pasión por el arte? ¿Cómo empezaste en este mundo?

Surge en mi niñez… He crecido acompañada de artistas y de obras de arte. Mi madre, Ana Vilaseco, inauguró en el 2003 la galería Ana Vilaseco, pero ya en los 90 inició su propia colección. Ella también es una apasionada de la música, del diseño y de la artesanía. Así que he tenido la suerte de ir descubriendo y creciendo como persona, en un mundo más hermoso gracias a esa manera de educarnos y de compartir tiempo. Tengo muchos recuerdos de nuestras visitas a exposiciones, ferias, talleres… Lo que más me gustaba era entrar en los espacios de trabajo de los creadores y acercarme desde ese lugar tan especial y tan íntimo a sus procesos,  comprender las piezas desde ese espacio tan sagrado de la creación.

Muchos de ellos se convirtieron en familia para nosotras, como el pintor Lugrís Vadillo (al que Ana acompañó en su carrera durante años), el escultor Camilo Otero (con el que mantenía una relación muy cercana), y también recuerdo con muchísimo  cariño las conversaciones en la casa de Elena Gago, una mujer tan libre y entrañable… entre muchas otras personas que formaron parte de nuestras vidas. 

Dous. En mayo de 2022 inaugurasteis el Espacio Vilaseco, un centro artístico y cultural ubicado en la zona de la Ribeira Sacra en el que organizáis talleres y residencias artísticas. ¿Cómo ha sido la experiencia?

Galería Vilaseco “nace” en 2014. Después del nacimiento de mi hijo Lucas, y de una pérdida de fuerza y motivación derivado de la crisis económica que afectó  a la actividad de la galería. Ese año decido tomarme un tiempo, para pensar como deseo continuar. Después de unos meses de pausa para pensar y de trabajar más de una década aprendiendo el oficio como asistente de Ana y acompañando a los diferentes profesionales que habían formado parte de la programación de la galería,  y también de compartir de 2011 a 2013 la dirección con Matthias Hauser, un galerista alemán afincado en A Coruña, considero que estoy lista para desarrollar mi propio proyecto. ¡Repensar el proyecto y “parar” ese tiempo fue una de las decisiones más acertadas a lo largo de mi trayectoria profesional y personal! Decido continuar con la galería y reforzar mi compromiso ampliando el radio de acción con un laboratorio y con un equipo multidisciplinar desde donde impulsar programas que trabajen directamente en el territorio de la Ribeira Sacra Lucense, por ser un paisaje cercano para mí y, sobre todo, por compartir experiencias en un entorno con un singular valor histórico y cultural. Allí llevamos tiempo experimentando con materiales naturales, poniendo especial interés en producir juntas desde la escucha y disfrutando de los procesos, sin la exigencia de unos resultados inmediatos. 

Tres. ¿Por qué la Ribeira Sacra?

 

Me considero mitad coruñesa, mitad chantadina… Mi familia materna es de Chantada y todos mis veranos los he vivido en la aldea, en la casa familiar de San Cristovo de Mouricios, a pocos kilómetros del pueblo de Chantada. Es mi conexión con la tierra y con mis raíces. La Ribeira Sacra está muy cerca de este lugar y, antes de contar con nuestro espacio de producción, trabajamos durante años en la Ribeira Sacra, con un programa comisariado por Carlos Quintáns y con el impulso de Corporación Hijos de Rivera, que cuenta con bodegas en la Ribeira Sacra y una sidrería en Chantada. Han pasado arquitectos, escenógrafos, diseñadores, paisajistas… y con ellos y los participantes a los encuentros hemos desarrollado diferentes talleres y residencias en los que siempre se ha intentado tener en cuenta la historia, las tradiciones, los materiales del entorno, y a las personas y los seres que lo habitan. Que lo habitamos. 

Ahora que contamos con un espacio propio, estamos trabajando en recuperar cultivos, como el lino y el mimbre. Y poder contar con estas fibras naturales como materiales para formación, desde la investigación, la experimentación y la creatividad. El cultivo del lino es en colaboración con vecinas y diferentes profesionales que llevan años trabajando con esta fibra. Y el del mimbre lo estamos llevando a cabo con Idoia Cuesta y con el colectivo Agrofloresta, un colectivo que trabaja la tierra desde los principios de la permacultura. Al igual que la huerta que nos proporciona el alimento en los encuentros, residencias y foros, que están sucediendo gracias a la confianza de diferentes personas y programas. 

Catro. ¿Cómo es la luz allí? ¿Podrías compartirnos algún recuerdo relacionado con la luz de la Ribeira Sacra?

 

La luz de los días que amanece con bruma, es la más especial para mí. Tan misteriosa… Esos días suelen ser los más despejados después.

 

Hace poco, en una visita con Bea Pereira, de Máis que Románico, a la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño, tuve la suerte de ver el recorrido de la luz que entra por las vidrieras del rosetón de la Iglesia. Fue tan hermoso estar en ese momento concreto allí.

Cinco. En una entrevista mencionaste que el arte contemporáneo también ha de llevarse al mundo rural. ¿Cuánto interés crees que genera el arte contemporáneo en el mundo rural?

¡Realmente el arte ya está en el mundo rural! Espacios como el nuestro facilitan que sucedan encuentros relacionados con el arte, la creación, la sostenibilidad y el cuidado. Desde Vilaseco, estamos todavía en construcción, sembrando, escuchando y produciendo poco a poco juntas. Aprendiendo del tempo de la tierra.

Seis. ¿Cómo podemos asegurarnos de que la pulsión artística surge realmente del mundo rural y no de unos urbanitas en busca de estímulos bucólicos?

Es una pregunta compleja… No creo que podamos asegurarnos de dónde surge… Las dudas generan un misterio necesario para continuar con la búsqueda, y poder dedicarnos a proyectos que consideremos trascendentes.

Sete. ¿Qué pesa más, tanto en el arte como en el diseño: la forma o la función?

No creo tener una respuesta exacta para esta cuestión, pero diría que en la mayoría de los casos tiene más peso la forma. Yo suelo estar más atenta a las piezas que ponen en equilibrio la forma y la función.

Oito. El pasado mes de marzo hicimos las fotos para nuestro reciente Catálogo de Novedades 2024 en la Galería Vilaseco. ¿Qué colección de a·emotional light expondrías en la galería?

Cabana, de Isaac Piñeiro. Me gusta mucho esa referencia a los refugios y a las cabañas gallegas utilizando el método de confección de punto 3D en la pantalla textil. 

Nove. Tres artistas, de cualquier disciplina artística, que te hayan llamado la atención recientemente y que nos recomiendes.

– La creadora chilena Cecilia Vicuña. Veroír el fracaso iluminado, su exposición individual en CA2M, ha sido una de las muestras que más me ha emocionado en los últimos años. 

– Richard Tuttle, que comisarió el trabajo de Alexander Calder, seleccionando una serie de obras de Calder e instalando las piezas en soportes diseñados por Tuttle. Un regalo de exposición que pudimos visitar en su galería de Los Ángeles el año pasado. Solo por esa muestra merecería la pena viajar hasta tan lejos. Una experiencia muy inspiradora. 

– Amparo de la Sota, artista textil española. Una creadora que está exponiendo por primera vez en nuestra galería, y que descubrí por la historiadora María De la Vega, con la que colaboramos en algunas publicaciones de nuestra editorial de arte. La obra de Amparo tiene todavía poca presencia en el circuito de galerías de arte contemporáneo, pero su trabajo tiene una honestidad y una calidad que no tardará en considerarse un referente del arte textil en nuestro país. 

Entrevista por Studio Aranda Santos